martes, 10 de agosto de 2010

HISTORIA DEL HARDWARE Y SOFTWARE

I. HISTORIA DEL HARDWARE:

Siempre que pensamos en términos históricos, tenemos en mente un principio y un final. Probablemente no sea cierto y no existe ningún suceso que se haya generado espontáneamente, como tampoco lo es que haya concluido sin más, volatilizado, pero en el caso de la informática con mayor motivo, es un proceso en el que estamos inmersos, viviendo su evolución a una velocidad de vértigo, como un movimiento uniformemente acelerado que no tenemos ni idea de donde puede terminar. No podemos, pues, hablar de "la Historia" en letras grandes refiriéndonos a la informática. Tal vez, cuando dentro de muchos años un libro mencione el siglo XX, sea posible que se refiera a él como los albores de la informática. Por ahora vamos a ceñirnos a la realidad, y es que sabemos el pasado pero no tenemos idea del futuro, y cualquier cosa que imaginemos será ciencia-ficción, hoy no es previsible.

El hardware ha sido un componente muy importante del proceso de cálculo y almacenamiento de datos desde que se volvió útil para que los valores numéricos fueran procesados y compartidos. El hardware de computador más primitivo fue probablemente el palillo de cuenta; después grabado permitía recordar cierta cantidad de elementos, probablemente ganado o granos, en contenedores.

Los dispositivos de ayuda provenientes de la computación han cambiado de simples dispositivos de grabación y conteo al ábaco, la regla de cálculo, el computadora analógica y los más recientes, la computadora u ordenador. Hasta hoy, un usuario experimentado del ábaco usando un dispositivo que tiene más de 100 años puede a veces completar operaciones básicas más rápidamente que una persona inexperta en el uso de las calculadoras electrónicas, aunque en el caso de los cálculos más complejos, los computadores son más efectivos que el humano más experimentado.

II. HISTORIA DEL SOFTWARE.

La historia del software como se ha visto, no surge con los equipos electrónicos, -aunque es con ellos que adopta el nombre- está presente desde el empleo de ábacos o sumadoras mecánicas. Sin embargo, en estos casos, el software no se encuentra incorporado en el equipo. Es aportado por el operario. La máquina analítica de Charles Babbage, incidentalmente, tuvo su software, y fue una amiga de éste, la legendaria lady Lovelace, quien aportó el software que no se llegó a usar, dado que la máquina nunca se completó.

En el ENIAC el control de las operaciones estaba parcialmente integrado en el equipo. Dicho control era realizado por un circuito que requería un alambrado específico para cada aplicación. Imaginemos lo engorroso que resultaba realambrar el circuito cada vez que cambiaba el uso del ENIAC.

Durante los primeros años de la era de la computadora, el software se contemplaba como un añadido. Desde entonces el campo se ha desarrollado tremendamente. La programación de computadoras era un “arte de andar por casa” para el que existían pocos métodos sistemáticos. El desarrollo del software se realizaba virtualmente sin ninguna planificación, hasta que los planes comenzaron a descalabrarse y los costos a correr.

El software como producto estaba en su infancia. La mayoría del software se desarrollaba y era utilizado por la misma persona u organización. La misma persona lo escribía, lo ejecutaba y, si fallaba, lo depuraba. Debido a que la movilidad en el trabajo era baja, los ejecutivos estaban seguros de que esa persona estará allí cuando se encontrara algún error. Debido a este entorno personalizado del software, el diseño era un proceso implícito, realizado en la mente de alguien, y la documentación normalmente no existía.

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